19.11.12

Phantasmas.
Viven en mí, los hospedo. Les ofrezco mi hospitalidad.
Pero me atraviesan, me vulneran.
Se mantienen extraños.


7.11.12

Sobre dos ruedas y con el viento en la cara, lloré. Estaba angustiada, sí, pero no parecía que las lágrimas estaban desatando ese nudo en la garganta, era otra cosa... Era una especie de reflejo, un sentimiento asociado a un recuerdo. Entonces recordé: una noche calurosa, muy parecida a esta, la noche quizás más triste que viví. Llevaba horas llorando, un mismo llanto que duró varios días. Me diste un chupetín y me llevaste a andar en bici, sin rumbo. En algún momento me compraste un helado. Me acuerdo que me reía y lloraba a la vez, con el viento en la cara, casi el mismo que el de hoy.
Después vinieron a mi memoria muchas otras noches, todas pegajosas. Como la primera vez que nos acariciamos (tal vez, también, la primera vez que fuimos acariciados). Y otras tantas.
Volví a llorar en el bondi, no sé por qué siempre ahí. Me bajé y miré el cielo, agradeciendo la brisa que corría. Me asombré de que brillaran tantas estrellas. Y por fin entendí que la canción que llevo meses cantándote, en realidad habla de mí, me habla a mí, me dice. Soy dicha por esa canción. Y sigo siendo dicha por vos, mejor que por nadie. O por lo menos esa es mi versión preferida.

28.10.12

Cristalino y refractario
lo implicado en:
torna-sol

Líneas rectas
vértices de cambio
filosa infinitud

Yecto en las orillas
entre inmensidades
gotas y granos

Tópico de la singularidad
indistinguibles, pero únicos
inabarcable, inhaprensible

indomable
inapropiable

Lo Efímero
el acontecimiento inefable

Puede que callar esté de más
callo lo mismo,

por la intuición silenciosa
(a modo de oración propiciatoria)

27.4.12

Huellas. Un cuerpo es una huella en potencia, recibida o marcada. Pienso en mi cuerpo, pero no puedo. Siento mi cuerpo, siento sus marcas. Encuentro tus huellas en mi cuerpo. Me concentro en ellas, y se hacen más intensas. Todavía están ahí, y la sola idea de que puedan ir diluyéndose me hace abrazarlas todavía más. Repasar los rastros de tu cuerpo en el mío; intentar percibir que aún estás acá, conmigo, en mí. Recordar mi nariz en tu cuello, ese lugar de calor y seguridad. Tus hombros seguirán teniendo ríos de mis ojos? Se acordará tu mano del camino hasta la mía?
Esto es extrañarte, estas huellas que hoy duelen, y que sin embargo me rehúso a borrar. Aunque sé que el resabio de tus brazos no es un abrazo, y que algunos ecos ya son mudos. Me acurruco junto a tu recuerdo, y podría jurar que te siento en mi espalda, un soplo suavecito, que quizás me diga que aunque sea un poquito de vos se queda a mi lado, por lo menos hasta que me duerma.

13.4.12

Veo cómo caen sus bocas
y me digo: es el tiempo.

Pero es?

la inexorable
implacable
ineludible
fuerza de gravedad.

O es el tiempo que no rieron?
O quizás sean la misma cosa.

Quizás la risa le haga frente al peso
siempre presente,
a la posibilidad de la caída,
al vacío imantado que tira para abajo.

La risa entonces,
una forma entre otras
(no sé si muchas)
de levitar un poquito.

Y de no dejar caer las bocas.

6.4.12

Estar conmigo
que no es lo mismo
que estar sola

Descubrirme
abrazarme

Dolores y alegrías
ilusiones y decepciones

como con cualquiera

(Aunque
sin finales
sin separaciones
sin abandonos)

Pero una certeza:
compañía eterna

y de la buena.

3.4.12

El futuro siempre fue el problema:
no sé qué hacer con lo que escribo

Tantas puertas para abrir
y tantas ganas de sentir,
pero el miedo de perder
es más fuerte que soñar

Respirar
todo el aire que pueda
Respirar
porque nada me espera
Lo escondido se revela
cuando hay tiempo de escuchar
el ritmo del respirar

No creo en los finales
y aunque a veces llegan
aparece la oportunidad

Pesar posibilidades, pensar destinos;
no tiene sentido si todo lo que necesito
es respirar

Respirar
para poder andar
Respirar
detener el tiempo
entender la simpleza del aire que nos une

Respirar y liberar
Enero 2012

6.1.12

que bailar es soñar con los pies

Tango
o del amor en tres minutos

Y el desamor en un muchas gracias

Crónicas de romances
cantadas por un bandoneón
lloradas por un violín
y revividas en 4 pies

Acariciando el suelo como volando,
remontando vuelo al ras del suelo

abrazados para no caer

¿para no caer en la soledad?

Intimidad fugaz
herida cruel
que nos dejamos reabrir
sólo por tener esos tres munutos
otra vez

Tango que maltratás a tus amantes
nunca nos dejes sin habernos bailado

¿Uno más?
 
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