Me llega el siguiente mail:

Cartas de Lectores de La Nación del sábado 11 de setiembre de 2010

Censo e inseguridad
Señor Director:
Quería avisarles a las autoridades responsables de hacer el censo que de más está decir que no pienso abrirles la puerta de mi casa. Sinceramente, considero que todo está demasiado peligroso. Lamento muchísimo no poder colaborar en algo que seguramente es de gran importancia, pero entonces empecemos por el principio: seguridad.
Cuando las autoridades me demuestren que pueden hacer un censo con seguridad, es decir que sus identificaciones no puedan ser truchadas o que tengamos manera de saber con anticipación todos los datos del censista, la hora aproximada de llegada, etcétera, quizás pueda colaborar con todo esto. Mientras tanto, les digo a nuestros gobernantes que ya demasiados riesgos corremos a diario como para, además, tener que arriesgarnos a invitar cordialmente a un NN a ingresar en nuestra casa. Creo que en este momento de inseguridad total que vive el país es una verdadera burla a todo el pueblo argentino.

Teresa Bustillo
DNI 25.641.552

Lectora Teresa Bustillo: Estoy de acuerdo con su carta. Yo tampoco voy a permitir que nadie ingrese en mi propiedad para hacer el Censo ni voy a dar ningún tipo de información. Cualquier delincuente "infiltrado" como censista (como se infiltraban los guerrilleros en los años ´70) puede hacer "logistica" para planear robos, asaltos o secuestros extorsivos. Siempre me gusta cumplir con mis obligaciones de Ciudadano pero en este caso, la seguridad de mi familia está primero.

NN: Tenemos que hacer una cadena de mails, para que nadie, o por lo menos la gran mayoría, acepte ser censado, por dos razones: por la inseguridad, como dicen las lectoras en sus cartas y tambien como para avisarle al Gobierno, que no vamos a brindar nuestros datos para que sean manipulados por Moreno, que, a esta altura, ya debe estar cargando las computadoras. Que esto sirva como ejemplo del repudio de la ciudadanía a un gobierno mentiroso e insensible.

Lo leo varias veces para asegurarme de que no estoy delirando. Me contengo de reenviar el mail con una sarta de puteadas. Vuelvo a analizar lo que está escrito.

La señora Bustillo no entiende muy bien de qué sirve un censo, ni cómo puede hacerse, dado que no es necesario que el censista ingrese a su casa. Exceptuando la parte de infraestructura (en la que el censista deberá confiar en el testimonio del censado), absolutamente todo el censo puede hacerse en la vereda, por la ventana, por portero eléctrico, etc. Si que se intente cumplir con las fechas estipuladas para censo (cada 10 años) es una burla, la señora tiene un sentido del humor muy extraño.

Quien responde a continuación no queda clario si es el Sr. Mitre u otro lector despistado, porque lo que dice es realmente increíble. Con la información que se recolecta en el censo lo que menos puede hacerse es "logística" para delinquir, a no ser que el señor tenga lingotes de oro por el living de su casa. Y la aclaración como se infiltraban los guerrilleros en los años ´70 es un claro error, quiero creer. O sea, los militantes de Montoneros por poner una agrupación, se hacían pasar por censistas para desarrollar estrategias subversivas... y robarte la tele. Ehh, no me cierra. Quizás lo que esta persona quiso decir es que los milicos, que este diario apoyó siempre, entre otros tantos delitos de mayor gravedad, afanaban a rolete. De todas formas, ¿qué tiene que ver con el censo?

Y la última carta la remata: sabotear el censo como manifestación contra el gobierno. Perdón por la aclaración, pero el censo no es una propaganda que el oficialismo despliega a lo largo y ancho del país con el afán de convertir pobres inocentes al kirchnerismo. De hecho, es una de las obligaciones de cualquier gobierno.

Sigamos reclamando seguridad, apoyemos la baja en la edad de imputabilidad, pidamos mano dura, a ver a qué demonios les abrimos la puerta. El señor censista al que el miércoles 27 vamos a echar de nuestra casa es un pan de dios al lado de todo lo que con consignas tan confusas y miradas estrechas y necias estamos invitando a entrar en nuestro país. ¿Quiénes son los infiltrados? Quizás los agentes manipuladores que siembran confusión y pánico en diarios como La Nación.

Hacete esta imagen: una mesa larga, alrededor todas las personas que fueron y/o son importantes en tu vida, y vos no estás ahí. Alguno más falta, pero no porque no fuera un comensal invitado. La siguiente imagen que podés hacerte es que la comida está fea, que la están pasando mal, o que simplemente todo explota. Igual prevalece la imagen de las risas y la alegría.

De repente, te volvés el tema de conversación. Paradójico? Sí, y absurdamente real.

Te consolás pensando que ya va a llegar el ansiado momento de claridad. Que durante cualquiera de tus actividades cotidianas va a surgir una respuesta. Que de la nada, mientras esperás el bondi, o te atás los cordones, te vas a dar cuenta de lo que siempre estuvo ahí. Creés que si te concentrás en el sonido del chaparrón que cae sobre tu cabeza cuando te bañás, ayudás a que llegue. Deseás que prendiendo un sahumerio, saliendo a caminar o mirando a los ojos a tu gata, encuentres tu respuesta. Y cada vez que hacés alguna de todas esas cosas, te preguntás: será este el ansiado momento? Aunque sabés que si lo fuera, la duda no tendría cabida. Quizás es y por tanto buscarlo me lo pierdo, te decís. Pero no, vos tenés muy presente la sensación de saber, sencillamente, qué es lo que tenés que hacer. Y la reconocerías en cualquier circunstancia. Mientras tanto te ponés plazos límites, te preguntás mil veces las mismas cosas, intentás nuevos caminos, planificás posibles vías de acción, te obligás a decidir con amenazas, tratás de comprenderte... y nada. Pareciera que nada podés hacer que ayude. Sentís que lo más probable es que el momento llegue tarde, que se te vaya el tren. Aunque la verdad es que no hay tren.

Salís a la calle con una sonrisa, disfrutás hasta de las sensaciones que se producen con el aire inhalado. Las dudas siempre van a estar ahí, el tema es cuánto lugar darles. Animate a salir de la seguridad.

Un día PATÉTICO

TODOS LOS HECHOS Y/O PERSONAJES DE ESTE TEXTO SON FICTICIOS, CUALQUIER SEMEJANZA CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA.

Te levantás pasado el mediodía -no estás de vacaciones y no es fin de semana-, y no porque te hayas acostado tarde por tu agitada vida nocturna, ni tampoco porque estuvieras durmiendo como nunca; sólo te despertaste unas 10 veces antes pero no quisiste enfrentar el día y preferiste que las horas siguieran pasando sin estar conciente.

3 horas después, te das cuenta de que lo único que hiciste en lo que va del día fue comer una banana y ver videos de La Loca de Mierda, un hallazgo reciente que te cautivó. Y mientras te reís de lo patética que es, te das cuenta de que tu día es igual... pero peor, porque ni siquiera tenés ese humor, ni esas tetas, ni MTV te garpa por publicar lo mediocre de tu vida. Eso sí, tenés unos centímetros más.

En eso aparece un amigo -que no aparece nunca- preguntando qué onda tu vida. Mi vida? UNA MIERDA! Tengo 4 amigos, una está en Bariloche, la otra está estudiando, el otro está trabajando y vos acá chateando conmigo y preguntándome por mi vida... Qué querés que te diga? Estoy en medio de un ataque neurótico horrible, hace días que no me siento a estudiar, no sé qué quiero y para colmo me aburro cual sobras de la semana pasada olvidadas en la heladera. Te invita a tomar unos mates, total "para eso están los amigos", pero obviamente te manguea facturas a cambio del aguante. Le decís que te bañás y vas, mientras pasás por la cocina y te encontrás una vainilla mordida por alguien, y mientras la engullís largás una carcajada.

Con tu amigo te sentís mejor, aunque en la panadería te estafaron y su gato te caga a rajuñones. Volvés a tu casa y descubrís lo peor: YA VISTE TODOS LOS CAPÍTULOS DE LA LOCA DE MIERDA. Y ahora qué? Te acordás de esa serie pedorra que veías en el verano y la buscás: sí, tiene capítulos nuevos. Se ven como el culo y tardan siglos en cargar pero bueno. Avanza la noche y tenés ganas de salir, así no te quedás encerrada autocompadeciéndote porque tu ex novio está subido a un escenario siendo hermosamente hermoso y tus ex amigas están ahí mirando lo hermoso que es, y tus pocos amigos... también están ahí!

Son casi las 3 de la mañana y no vas a salir, pero tampoco te fuiste a dormir: seguís viendo capítulos de esa serie de mierda. Por qué? Claro, PELOTUDA, porque creés que si esperás un poco te va a llamar. NO TE VA A LLAMAR, NO ESTÁ PENSANDO EN VOS, SOS UNA IDIOTA QUE NO SABE LO QUE QUIERE PERO POR LAS DUDAS SE DEPRIME POR LO QUE NO TIENE.

Te sentís sola.. Sí, estás sola, no hay duda. Pero estás sola porque querés, bancátela!

(Seguramente cuando te acuestes, abraces a Tweety, llores un poco, sientas pena por vos y tengas una noche de mierda como todas. Y mañana te vas a levantar y todo se va a repetir.)

(Y te digo una última cosa? NO SOS GRACIOSA.)

Los cielos diáfanos no avisan

sorprenden con su llegada

y en la primer alborada

los nervios suavizan

Ya las nubes no se erizan

y el alma, con calma renovada

no huye de la nada

y entiende lo que sus ojos divisan

Hay un viento impío

que todo ánimo templa

llevándose el gris del hastío

Es cuando esa brisa sopla

que se diluye el vacío

y el latido no acopla

Facultad Tomada

Hace una semana, en asamblea "masiva", se decidió tomar Filo, en solidarización con los secundarios de la Ciudad, en lucha por un mayor presupuesto para la educación pública, uniendo reivindicaciones propias como mejores condiciones de cursada, un edificio nuevo unificado destinado a clases de grado, comedor universitario y guardería.

Mientras que en un principio la toma pretendía ser "simbólica" (sea lo que sea que esto quiera decir), rápidamente se transformó en una toma con clases públicas, slogan muy utilizado en la facultad. ¿En qué consiste el arquetipo de clase pública? Juntar sillas en la calle o el patio. Las preguntas que cabe hacerse son: ¿no son las clases ya públicas, por tratarse de una Universidad pública? y ¿qué se pretende con esta medida?

Pareciera que lo que se pretende es mostrarse, que se vea que en Filo pasan cosas. ¿Qué se logra, en cambio? Que TN filme cómo los estudiantes aprovechan cualquier situación para tomar cerveza, fumarse un porrito, y hacer quilombo. Porque por más que les pese a todos los idealistas, eso es lo que se ve.

Entretanto, profesores y estudiantes queremos seguir teniendo clases. Ahora la toma ya se convierte en una especie de régimen: o son clases en las condiciones que se estipularon, o no son nada. Los espacios destinados a clases, reducidos por la lluvia, son los pasillos, los halls, y un aula magna compartida por 4 o 5 cursos simultáneos. Y que a nadie se le ocurra atreverse a usar un aula, los compañeros del centro de estudiantes se encargan de desanimar la iniciativa, siempre con cordialidad obviamente. Tampoco está permitido dar clase en otro espacio aledaño a Puan, en la asamblea se descuartiza a los profesores que hayan decidido continuar con sus responsabilidades en las condiciones que sea.

Entonces, a una semana del comienzo de la toma, ¿qué se logró? En primer lugar, cursar en peores condiciones de las que ya cursábamos, sin techo, en espacios abiertos donde el sonido se pierde, sin luz (contando que el horario central es el nocturno), sin sillas y sin pizarrones. En segundo lugar, no cursar, ya que muchas cátedras optaron por no dar clase en estas condiciones, y otras se vieron imposibilitadas a hacerlo. En tercer lugar, un malestar generalizado que se vuelve en contra de los mismos estudiantes. En cuarto lugar, una lucha virtual entre el centro de estudiantes y el decanato, que recuerda a los peores programas de chimentos de la tarde. En quinto y último, una mezcla total entre reivindicaciones estudiantiles en general, reclamos de Filo en particular, y consignas e intereses políticos de todo tipo. Un ejemplo de esto: un gran cartel en la puerta de la facultad con la línea MACRI = KRISTINA, producto de una gran confusión ideológica, y un análisis muy errado incapaz de notar claras diferencias y sutiles matices que hacen que no todo sea lo mismo. Porque al final ese es el resultado, la opinión generalizada de que todo es igual, de que todo está mal, de que la política no sirve, de que hay democracia sólo cuando algunos quieren, de que a los estudiantes nos encanta molestar y que aprovechamos cualquier ocasión para no estudiar.

Cabe señalar: que a muchos de los dirigentes políticos de Filo, nunca se los vio adentro de un aula; que nuestros reclamos no deben recaer en el Ministerio de Educación de la Ciudad, sino en el de Nación; que no se trata de ir a toda marcha o manifestación sólo para hacer bulto; que por más que nos pese, Macri fue democráticamente electo y atentar contra ello es permitir el regreso a las épocas más nefastas de nuestra historia. Y claro, mis queridos compañeros revolucionarios: este no es el camino para "cambiar el mundo".

Y por las dudas, por supuesto que estoy a favor de la lucha por la educación pública, pero no entiendo cómo podemos hacerlo sin ejercerla.

Para más confusión, digo, información:

por parte del centro de estudiantes http://cefyl.org/

por parte del decanato, los últimos comunicados http://filo.uba.ar/contenidos/novedades/cont/listado/comunicadotoma,

http://filo.uba.ar/contenidos/novedades/cont/listado/comunicadotoma2,

http://filo.uba.ar/contenidos/novedades/cont/listado/comunicadotoma3

por parte del foro, en el que ya puede encontrarse cualquier cosa http://forofyl.com.ar/

Ecos espasmódicos, incansables

que vuelven a desgarrar heridas jamás cerradas.

Resabios de dolor crónico,

y una angustia que va ganando terreno bajo las costillas.

Dudas y preguntas cavando hondo,

licuando certezas consolidadas.

Construcciones aéreas que se desvanecen en un suspiro ahogado.

Vacilaciones sobre el presente, y un futuro que nunca te entregué.

Dejar correr, dejar fluir

el río cálido del tiempo.

Que el aire traspase la piel

que me lleve en él.

Caminar a mi ritmo

aprender a ser.

Sin respuestas para dar

sólo el ruido del despertar.