13.2.13

Extraña sensación con el repentino recuerdo de la vida cotidiana, lejana y ajena. Experiencia del desapego y de otros mundos posibles. Irreal tal vez, pero qué es exactamente eso de la realidad? Vivir arriba de una ola, dejarse mecer por el mar, parece simple, natural e inevitable. Como enamorarse, en cada oportunidad, de mil maneras y en tantos grados. No sé si estoy eligiendo este modo de hacer mis días, o simplemente ya no le puedo escapar a la felicidad más dulce.

1 comentarios:

Seba (Perpetual Change) dijo...

<3

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